viernes, 24 de marzo de 2017

Nada es para siempre

La soledad es algo raro. Llega un punto en el que empiezas a comprender que da igual cuánta gente tengas alrededor, tienes que acostumbrarte a la soledad porque es lo único que siempre está contigo.

La soledad. El silencio. Un amigo que te mira como si ya no le importaras o que ya ni tan siquiera te mira. La ausencia de un "te quiero". Resulta que ya nada de eso importa. Resulta que ya no necesitas nada de nadie.

Después de un rechazo constante y de negarte a aceptar la realidad, de repente, en un segundo se desmorona tu mundo. Casi puedes escuchar cómo se te rompe el corazón, te das cuenta de que todo ha cambiado y de que ya nada será igual que antes. Que "todo" se ha quedado en "nada" y que nada es para siempre.


jueves, 20 de octubre de 2016

Quema el corazón

Hay veces en las que parece que las palabras se quedan cortas; que no sabemos cómo expresar lo que sentimos. Momentos en los que por mucho que intentes hacer entender a alguien cómo te sientes en realidad, no puedes.

En esos momentos en los que me falla la voz, en los que por mucho que lo intento no puedo soltar todo lo que llevo dentro de mí, lo mejor que puedo hacer es escribirlo.

Escribir, sacar todo lo que tienes en la cabeza, dejar que tus manos expresen lo que tu voz no puede. Soltar todo lo que te está ahogando, soltar todo aquello que te asfixia. Si no puedes más, escribe.

Si algo te está quemando el corazón, llora, grita, rompe cosas, deja que toda esa ira se apodere de ti por un instante. Si no lo haces ahora, no dejará de quemarte el corazón en toda la vida. Haz que salga ahora, escribe y déjalo ir.



sábado, 30 de abril de 2016

Partidas ganadas

Soy una jugadora, es por ello que no tengo miedo a perder y doy por ganadas muchas partidas. Partidas que a veces se ganan, pero muchas que se acaban perdiendo.

Lo mismo ocurre con las relaciones, a veces damos por supuestas las cosas y un buen día dejamos de esforzarnos creyendo que esa "partida" ya está ganada. Pero nunca se debe dar por ganada una relación, hay que cuidarla día a día. No se trata sólo de palabras bonitas, se trata de gestos, de detalles, de una mirada cómplice o de una sonrisa. Se trata de hacer saber a la otra persona que siempre vas a estar ahí, que puede contar contigo. Porque hay amistades que te cambian la vida, que te hacen crecer como persona, que te hacen ser mejor. De repente aparece esa persona con la que puedes estar en silencio durante horas y sentirte en paz, esa persona con la que puedes ser tú mismo, esa persona que te lee el pensamiento con tan sólo mirarte a los ojos.

Cuando tengas a tu lado a una persona que te haga sentir así, una persona con la que puedes contar siempre, tanto para las cosas buenas como para las malas, dedícale todo el tiempo que puedas. Tómate un día libre y queda con tu mejor amiga para cenar y ver la tele tiradas en el sillón. Tómate un día libre para simplemente estar con ella. Tómate un día libre para que, por un momento, no exista nada más y todo lo malo desaparezca.

Quiérela con todas tus fuerzas y hazle saber que son invencibles. Quiérela y hazle saber que tu vida es más bonita cuando ella está a tu lado. Quiérela y hazle saber que necesitas ese rato con ella para estar bien.

Y sobretodo, cuídala, cuídala mucho, no des la partida por ganada porque si la pierdes... Querido, si la pierdes, estás perdido.

sábado, 18 de abril de 2015

¿Y todo esto para qué?

Te pasas la vida esperando que algún día ésta ponga a cada uno en su sitio. Y esperas y esperas.

Esperas que un día las cosas empiecen a ser justas, esperas que algún día la vida te recompense por las cosas buenas que haces, por el esfuerzo, por estar siempre al pie del cañón para todos. Y esperas y esperas.

Esperas que algún día la vida te devuelva la sonrisa que le brindas cada día a los demás. Pero ese momento nunca llega.

Y al final te cansas. Te cansas de sonreír. Te cansas de esperar. Te cansas de estar siempre ahí para nada. Te cansas de que la gente que no merece nada lo consiga todo.

Y mientras tanto tú, esperas y esperas.


lunes, 13 de abril de 2015

Ya no me importa nada

He sacrificado mucho para llegar a dónde estoy y aunque antes me preocupaba lo que estaba dejando atrás, a día de hoy ya no me importa lo que pierda o lo que tenga que dejar atrás para conseguir mi sueño.

A medida que creces te vas dando cuenta de que da igual lo que hagas por los demás, da igual lo mucho que te sacrifiques o te esfuerces por hacer que estén bien, porque ellos nunca van a hacer lo mismo por ti.

Con el paso de los años comprendes que hay cosas que se acaban y que no debes seguir malgastando tus palabras en personas que todo lo que merecen es tu silencio.

Y es que poco a poco notas como tu corazón se enfría, se vuelve más oscuro, y dejas de sentir hasta que ya no te importa absolutamente nada.


martes, 28 de octubre de 2014

Te desmoronas

Ese momento en el que te das cuenta de que nada va bien, ni en ti ni a tu alrededor. Ese momento en el que te sientes superado por todo lo que estás viviendo y sin poder evitarlo más, te desmoronas.

Lloras.

Y entonces ya no puedes parar, ni siquiera con el dolor de cabeza, garganta y ojos. No hay manera.

Lloras por todo lo que no has podido llorar en mucho tiempo, lloras por todo lo que estabas guardando por intentar ser fuerte, lloras por lo que has perdido y no puedes recuperar, lloras por lo que has perdido y no sabes si podrás recuperar, lloras porque ya no puedes más.

No podrás parar. Da igual lo mucho que lo intentes.

Pero mañana volveré a levantarme de la cama y volveré a regalarle al mundo la mejor de mis sonrisas, aunque al llegar la noche... Me desmorone.



domingo, 20 de julio de 2014

Cada una de las veces en las que creo que ya he conseguido sacarte de mi mente y de mi corazón, reapareces para recordarme que no es cierto.

Llegas y descolocas todo mi mundo.

Y no puedo decir que una parte de mí no adore que lo hagas... Que no adore estar contigo, sentirte, tenerte tan cerca...

Haces que saque todo lo que llevo guardando durante meses para no hundirme. Me conoces mejor que nadie, y sólo tú sabes hacerme sentir completamente bien. Sólo tú eres capaz de entenderme como si fuera un libro abierto.

Y aunque lucho contra este sentimiento cada día, nunca consigo olvidarme de ti.




domingo, 6 de julio de 2014

¿Eres feliz?

¿Qué se supone que se debe responder a esa pregunta?

En primer lugar uno piensa que sí, que es feliz y que todo marcha estupendamente, así que respondes con un rotundo SÍ con el que logras engañarte a ti mismo.

Pero cuando te paras a pensarlo, te das cuenta de todos y cada uno de los detalles de tu vida por los que ni eres feliz ni podrás serlo, al menos por un tiempo.

Hay demasiadas cosas que van mal, te sientes perdido, no sabes muy bien si haces lo que quieres o haces lo que se supone que debes hacer porque es lo que llevas haciendo durante mucho tiempo.

¿Tomas decisiones por tu bien? ¿O es por el bien del resto?

¿Qué es lo que te haría realmente feliz? ¿Y por qué no lo haces?

Son muchas preguntas rondándome la cabeza. Demasiadas preguntas.

¿Soy feliz? No lo sé, estoy improvisando.


viernes, 27 de junio de 2014

Maestros del disimulo

Cuando éramos bebes, éramos fáciles. Un llanto significaba que tenías hambre y otro que estabas cansado. Pero cuando nos convertimos en adultos nos volvemos difíciles. Empezamos a esconder nuestros sentimientos, a levantar muros. Llega hasta el punto que nunca sabemos de verdad como piensa o siente alguien. Sin quererlo nos convertimos en maestros del disimulo.

No siempre es fácil decir lo que piensas. A veces necesitas ser forzado a hacerlo. A veces es mejor guardarte las cosas para ti mismo, hacerte el tonto. Incluso cuando tu cuerpo entero muestra dolor. Así que cierra la boca, guarda el secreto, y encuentra otras formas de ser feliz.


domingo, 15 de junio de 2014

Días perfectos

Desde pequeños soñamos con tener la vida perfecta: dinero, un buen coche, una casa, una familia...

Esa es la definición de felicidad que se nos inculca desde que nacemos. Todo lo que hacemos en los años siguientes es para conseguir dichos objetivos. Para encontrar la felicidad en la estabilidad.

Creemos que no seremos verdaderamente felices hasta que consigamos todos y cada uno de los objetivos que nos hemos propuesto para nuestra vida. Vemos la felicidad como algo que ocurrirá en el futuro. Y no nos damos cuenta de que ya podemos ser felices. Ahora, en este instante.

A veces, lo único que hace falta para ser verdaderamente feliz es pasar una noche salvando el mundo, sentada en un banco, con tu mejor amiga. Tener a alguien con quien poder compartir cada uno de tus pensamientos. Alguien con quien sólo haga falta una mirada para entenderlo todo.

Felicidad es ir en un coche sin darte cuenta de que no hay música de fondo. Y darte cuenta de que ya no eres capaz de visualizar tu día a día sin tenerla a tu lado.

Los días perfectos pueden ser cada uno de tus días. No hace falta esperar a mañana.