Dicen que había tres cerditos y tres casas y que soplando, soplando desnudaron a los tres mosqueteros y los convirtieron en geishas. Dicen, también, que dos son equilibrio y que con tres la balanza se balancea, aunque no hay mal que por bien no venga porque más vale prevenir que curar. Sin embargo que más da... Si todo lo que sube baja, todo lo que empieza termina y todo lo olvidado... Algún día se recordará.
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