Dicen que si nunca esperas nada de nadie, nunca te podrán decepcionar, así que siempre intento ser feliz por mí misma. Pero lo cierto es que, a veces, no puedes evitar confiar en alguien que parece merecer tu confianza y esperas que esa persona no te haga daño como han hecho otras antes.
Y entonces, cuando menos te lo esperas, lo hace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario