Todos somos el resultado de nuestras decisiones; qué café tomas, qué carrera estudias, a quién amas. A mí mis decisiones me han traído hasta aquí y me gusta quien soy.
Pero cuando tienes todo encauzado y crees que ya puedes dejarte llevar, la vida te sorprende con una segunda oportunidad que lo cambia todo.
Decidir entre algo bueno y algo que siempre has deseado es racionalmente imposible así que he dejado que decida mi corazón.
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